miércoles, 4 de junio de 2014

MARKETING CONVENCIONAL VS MARKETING BELOW THE LINE



MARKETING CONVENCIONAL VS MARKETING BELOW THE LINE














Antes de abordar cuáles son las características de esas alternativas innovadoras para el marketing, es necesario tener en cuenta las diferencias entre el marketing convencional y el marketing below the line (BTL).

El marketing convencional (también denominado tradicional) hace referencia a la inversión de publicidad en medios masivos. Ello comprende a televisión, radio, prensa, cine y exterior. Es una fuente de inversión para aquellas empresas (medios de comunicación y agencias de publicidad en menor medida) cuya ganancia reside en la inserción publicitaria en un espacio. El marketing below the line, por el contrario, se define como aquel tipo de marketing donde se premia el ingenio por encima de un elevado presupuesto.

En marketing tradicional es prácticamente indispensable invertir bastante dinero. Sin embargo, en marketing below the line, es la empresa la que decide cuántos recursos y capital quiere invertir. Así pues, se identifica un margen de actuación muy flexible desde el punto de vista de la creatividad de una campaña. Dicho de otra forma, el dinero que se ahorra con el marketing no convencional, se invierte en tiempo, imaginación y energía.

El marketing tradicional gira en torno al gran negocio. Años atrás, las grandes compañías invertían cifras millonarias en hacer campañas que se dirigían a un público amplio. Hoy en día no ocurre lo mismo: el marketing de guerrilla puede ser llevado a cabo por el pequeño negocio; por pequeñas compañías que quieren comunicar los beneficios de su marca con pequeños presupuestos.

El marketing BTL es una forma que, a día de hoy, puede ser mucho más eficiente que el marketing tradicional. Las técnicas que engloban esta disciplina se centran en encontrar un nicho de mercado con sus características particulares, y a partir de ahí, optimizar los productos y servicios de la empresa con el objetivo de fidelizar al público. En cambio, las estrategias de marketing tradicional se dirigen a un público amplio y que transmiten, en ocasiones, mensajes unidireccionales.

Así pues, lo que se pretende lograr con el marketing below the line es llegar al receptor con mensajes personalizados y nada genéricos. Se quiere establecer una relación no estandarizada y directa con el receptor del mensaje, lo que evita la sensación fría que producían en el consumidor los antiguos mensajes publicitarios.


La clave de la cuestión reside en comenzar a ser altamente creativo para llegar al mercado objetivo, captarlo y conseguir esa fidelización hacia el producto o servicio. Y una forma de lograr todo lo mencionado es a través del marketing de guerrilla.

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